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Emma B. El diario de una chica de provincias

sousse

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El balcón de mi terraza es blanco, opaco, rugoso. En el jardín, al borde de la playa, un ciruelo. La tapia es blanca, las terrazas son blancas. El sol acaba de salir por la esquina del golfo. El mar todavía duerme, azulado, en acompasados suspiros. Suena lejana la plegaria desde el minarete de la mezquita de piedra dorada. Las palmeras aplauden. ¿Y las gaviotas? ¿Dónde están las gaviotas?

4 comentarios

Toisaras -

De legañosos nada, bonita. Se acude en PERFECTO estado de revista, lo sepas...
Anda que lo del aleteo refrescante no me quedó poetico ni ná ni ná...

emma -

por dios, querido, que poco poético es lo suyo. yo con mi mar azulado, las palmeritas y mi nostalgia de las gaviotas... y usted me sale con los maitines legañosos en la calle Génova.

Toisaras -

Veo por lo que dice, que era temprano. En la calle Génova a la primera reunión del día se le dice "maitines", así pues no se extrañe que a primera hora no hubiera gaviotas. Despues ya con el Lacoste planchado y el flequillo debidamente peinado aparecen por doquier.
De esta me paso a Fumarel ó a La Martina.
De haber sabido que Ud. se encontraba por allí, a mí regreso de Génova hubiera ido a verla en su balcón, describiendo círculos, para con mis alas refescar aún mas su amanecer.
Palmípedamente suyo.

CALALOLA -

muchas gracias por tu visita.

Un saludo