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Emma B. El diario de una chica de provincias

poética de los escaparates

Con tanto internet, tanto facebook, tantos twitter y blogs, llevo un retraso con la prensa escrita de tal calado que aún hoy he leído el Babelia del 25 de abril. En él, Muñoz Molina cuenta en Poética de los escaparates que se había pasado "la vida embobado delante de los escaparates", cuestión con la que me sentí muy identificada y me lanzó a una lectura voraz de su artículo.

Soy otra devoradora de escaparates que se ha pasado la vida colgada de los escaparates, primero de las jugueterías, me pegaba al cristal para ver mejor y sentir más cerca todos aquellos juguetes. A los 18 caminaba y al mismo tiempo me miraba de reojo en los escaparates, curiosa y contenta al ver que todo seguía en su sitio, no me faltaba un ojo, no tenía la piel de lagarto...

Siempre me han fascinado por su capacidad para sorprenderme, por ser una especie de bola de cristal dónde tal vez podremos encontrar lo que sin saber estamos buscando. Esta última década he sentido predilección por los escaparates de las agencias de viajes, por el de Prada en Madrid -nos plantábamos pegadas al cristal, como de niñas ante la juguetería, elegíamos lo que más nos gustaba y sumábamos: ¡hala! 8000 € del ala que me llevo puestos-, por los de las floristerías en París, por los de chocolates en Bruselas y por los de las librerías destartaladas con toda clase de libros apiñados, las 1001 recetas de Simone Ortega rozando a la señorita Posadas y a lo más sesudo de Habermans. Mi última debilidad es el escaparate y la pequeña vitrina de la tienda de fotografía de la calle Meléndez, siempre que paso por esa calle no puedo resistirme y me acerco a ver sus viejas cámaras fotográficas y las fotos de Salamanca en blanco y negro; a veces me sorprende y las cambia, esa noche..., esa noche ni ceno.

4 comentarios

emma -

qué bien! ya tenemos algo en común. no he conocido esa librería calón, es la preferida de mis dos charros favoritos seguro una pena habermela perdido.

Holly -

lo de los escaparates emma me ha llegado al alma...leo y me parece estar reflejándome a mi misma...porqué hemos elegido los mismos...la tienda de fotos de Meléndez es mi debilidad...y eso que no cambia mucho..barrio de Salamanca..sueños imposibles..librería calón...mi paga entera gastada allí en Papel satinado y tinta para mi Pelikan...recuerdos.
Eso sí salgo corriendo al pasar por delante de comercios que significaron algo y hoy son bazares de escaso gusto...

emma -

3 kilazos de euros en trapos! quedaría hecho un pincel.

Toisaras -

Munich: Junto al teatro de la Ópera, mi santa y un servidor se vistieron a traves del escaparate de aquella tienda, de los pies a la cabeza, por la módica cantidad de 3.000.000 euros.
Lugo: La confitería de Alejo Madarro. Cuando niño, todo inalcanzable.
Salamanca: La desaparecida imprenta-papelería de Calón, en la calle del Prior. Que bonita.