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Emma B. El diario de una chica de provincias

sofá 3/2/07

Tengo un sofá nuevo de mucho colorín, a pintas crema y bermellón. Tiene un perfil aguileño, figura robusta más bien escasa de curvas, y posaderas de ama de cría. Me sienta tan bien! Con el ímpetu del sofá por estrenar, llega la renovación: tiro por la ventana las Reflexiones sobre la revolución en Europa de Darhrendorf; me deshago de la modernización y cambio político; largo al reciclaje al señor John Stuart Mill; mando a freír espárragos la teoría política y despido con cajas destempladas los azares combinatorios de análisis estadísticos varios. Pero no puedo con La utopía, se me rebelan Moro, Bacon y demás utópicos visionarios; se han atrincherado en el altillo del armario y no hay quien asome. Me tumbo en el sofá y enciendo la tele; Carmen Sevilla piropea rumbo a río, y los del altillo, exhaustos, van quedando dormidos.

3 comentarios

animal político -

La utopía siempre y la rebeldía aunque sólo sea en los altillos de nuestros armarios...

emma -

sí, querido, voy con usted rebeldes hasta las enaguas.

sopadeajo -

"y despido con cajas destempladas los azares combinatorios de análisis estadísticos varios. Pero no puedo con La utopía, se me rebelan..."

Los azares combinatorios de análisis probabilísticos sólo son prescindibles (y oscuros), si no son utópicos.

Fue la utopía la que llevó a los matemáticos y no el poder.

Queda y debe quedar espacio
aún para la rebelión.