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Emma B. El diario de una chica de provincias

ciudades, graffitis y palabras

Estoy en un tris de abandonar el club de fans de Milanzarote y pasarme al de Pepiño Blanco. Una infidelidad, lo sé pero tanta actividad frenética vacacional del pequeño mil homes me tiene sobrecogida. Lo mismo aparece en la plaza de toros de Pontevedra, donde es recibido por las peñas al grito de "Pepiño traenos o AVE" con ovación cerrada que deja boquiabierto y molesto al maestro en el ruedo, que se presenta en el concierto de Leonard Cohen con jersey salmón y sonrisa merengue bajo los castaños de Castrelos, que lanza el pregón de fiestas en Vilagarcía trajeado y con bronceado de la Illa de Arousa (Villa PSOE ¿recordáis niños queridos); o sale al paso del apagón veraniego de Barajas, o aclara con voz de señuelo los entresijos de los 400 € para los parados.

Tanto ir y venir, tanta fiesta y evento estival, ¿cuándo descansa? ¿Qué busca? ¿Prepara su candidatura a la Xunta?

6 comentarios

emma -

es que no tengo abuela...

Toisaras -

Pues hija, ni que fuera Ud. la A-62...
Modestia, mujer, modestia.

emma -

aquí en Chantada ha refrescado... y para contactos solo tiene que pulsar emma al final del post y.. bingo! autopista al paraíso.

Toisaras -

! Que sexto f, ni que sexto f ! yo vivo en un primero.
Y Lanza canta as muiñeiras como Pepe Vaamonde, ó mas.
Aquí en Caracas llovió esta noite. Espero que estes bien

emma -

y al final va a resultar, querido, que usted viene siendo el vecino del sexto f.

no sé, no sé..., su Nanín ya no es lo que era, aquel donaire, aquella garra... Un poco sosaina se ha vuelto. Ahora que si me canta una muiñeira...

Toisaras -

Por favor se lo pido, no cambie a Nanín por Pepiño.
Lanza, se viste de charro y si es preciso y yo se lo pido puede cantar una muñeira con cierto aire.
Para algunos es malote, pero yo le quiero como al osito de Mimosín.
Tengo alguna cosita pendiente con Ud. pero como no encontremos medio seguro de contacto, no hay manera.
Dice mi mujer, que ya llevamos mucho tiempo de relaciones, que a ver cuando nos empezamos a agarrar de la mano. Que tanta carta, tanta carta, parece que estamos una en Chantada y el otro en Venezuela.