cenizo
Mi becario, el cenizo, ha desaparecido. ¿Otro más a la lista? Después de todo ese tiempo de explicaciones, paciencia que no tengo- y buenos modales de profe simpa, nada el muy desagradecido ni un detalle, ni una socorrida cajita de bombones.
Eso sí, una vez más he confirmado mis intuiciones y principios femeninos:
1.- No fiarse de los tipos que no miran a los ojos cuando hablan: Uhmn...¡Ojo al perro!
2.- Los tipos con aire de arrastrar una cruz y no poder con ella, en el recodo más inesperado, tiran el madero y desenvainan la espada.
Eso sí, una vez más he confirmado mis intuiciones y principios femeninos:
1.- No fiarse de los tipos que no miran a los ojos cuando hablan: Uhmn...¡Ojo al perro!
2.- Los tipos con aire de arrastrar una cruz y no poder con ella, en el recodo más inesperado, tiran el madero y desenvainan la espada.
2 comentarios
emma -
Sí, ahí me has pillado, aunque en estos blogs -en unos más que de otros- una pizquita de nuestra mirada asoma. Y también tiene el vértigo de lo desconocido y lo sin futuro, sólo el aquí y ahora.
miguel -
este fin de semana he descubierto que ocurre a menudo, y que me ocurre también a mí, por tanto no sólo he aprendido a observarlo sino a disculparlo.
En realidad esto es sólo un matiz, pero qué me dices de escribirnos aquí sin saber cómo es nuestra mirada? parece que lo asumimos sin demasiadas molestias. qué raro verdad?