ausencia
Cuando los santos se van marchando, y toca volver a empezar una vez más, escuchaba mañana, tarde y noche El último trago. Ella cantaba como nadie la canción de José Alfredo Jiménez, con esa voz de muchos tragos, muchos dolores y muchos nos vamos. Su desgarro era mi fuerza cada vez que cantaba:
"Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.
Tómate esta botella conmigo,
en el último trago nos vamos"
Que la tierra te sea leve, doña.
El último trago.
Tómate esta botella conmigo
en el último trago nos vamos
quiero ver a qué sabe tu olvido
sin poner en mis ojos tus manos
esta noche no voy a rogarte
esta noche te vas que de veras
que difícil trata de olvidarte
y que sienta que ya no me quieras.
Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.
Tómate esta botella conmigo
en el último trago me dejas
esperamos que no haya testigos
por si acaso te diera vergüenza
si algún día sin querer tropezamos
no te agaches ni me hables de frente,
simplemente la mano nos damos
y después que murmure la gente.
Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños,
y a llorar por los mismos errores.
Tómate esta botellita conmigo,
en el último trago nos vamos.
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