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Emma B. El diario de una chica de provincias

milena

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Todos los jueves, con el último mordisco en la boca y el yogur esperando sobre la mesa, suena un timbrazo cauto y escueto en la puerta de mi casa. No hace falta que mire el reloj, son las cuatro. Milena llama a mi puerta, y espera paciente con la bolsa repleta de sus herramientas: guantes, zapatillas, un viejo vestido de franela con flores marrones y verdes.

Milena abandonó a sus enfermos del viejo hospital de Cracovia, las noches en blanco cargadas cloroformo y lamentos; guardó sus vestidos demasiado abrigadores para el caluroso verano del Sur; regaló el gato a su mejor amiga; devolvió el violín a su padre y, tras varias vueltas de tuerca, decidió acompañar a Tomasz en la nueva aventura.

Sin mediar palabra, comienza sus tareas con orden y quehacer minucioso: pone la lavadora, recoge los restos de mi desorden, limpia las habitaciones, sacude la alfombra de bolitas de colores –es su favorita, lo noto-, y coloca de nuevo los libros, los recortes de periódicos y los discos en el mismo desorden para que no me pierda. Con precisión programada, a mitad de faena se permite un respiro: se sienta en la cocina, fuma un cigarrillo y come un plátano: “En Polonia, erran muy, muy carrisimos”, me aclaró con ojos azul opaco, la primera vez que la vi con el plátano en la mano. Después de su dosis, cargaría con el mundo a sus espaldas. Termina la cocina; busca un extra en la lista de tareas domésticas más tediosas –los cristales, sin ir más lejos- y se pone a ello con tal ahínco como si la capa de polvo nos impidiera ver la ciudad. Por último, plancha los trapitos sin una arruga, con tal rapidez y tino que me tiene sobrecogida. Milena nunca tiende la ropa interior en el tendedero del patio de luces, prefiere el radiador de mi habitación para las bragas y sostenes.

14 comentarios

Anónimo -

játe, otro mes sin mucama, no puedo con mi vida...
!!ains!!

Sentado -

Es que, Emma, cuando escribo comentarios en tus hojas, al final para publicarlos me pregunta que de que color es la nieve. !Pos anda!. Besos castos tambien.

emma b -

Finito ha dado en la diana -lo veo muy puesto en ajuar del hogar-, pero toisarás lo tiene algo crudo para acerta, y me temo sentado, querido, que lo de la nieve blanca nos queda fuera de la diana. Por el momento a conformarse con besos blancos

Sentado -

Esas bolas son de tal relieve que capaces son de un esguince. ¡Ah¡ y ya me cansa tener que responder que la nieve es blanca :).
Feliz Navidad.

Toisaras -

Te cedo la exclusiva de la "alfombrita" si le dices a Milena, esa mujer de ojos navegables, que me ayude en lo doméstico...
!! Díselo, por Dior !!

Finito de Aldeatejada -A la sazón novillero- -

En la Plaza de Julian Sánchez "El Charro" sí. En una tienda que hace esquina. No tiene pérdida porque es bien grande. Emma tiene buen gusto, así que hazle caso.

emma b -

veo que le pone la alfombrita de marras. le informo que puede adquirirla en la placita de Julián "El Charro"

Toisaras -

No es un soborno, solamente te indico la calidad de los plátanos que compro (cuando los compro) no siendo que a ella no le guste el de Canarias y prefiera la horrenda banana americana y por tal motivo no quiera venir a casa. A Laurie haciendo semejante tipo de preguntas, como que le veo p'allá. Insisto la alfombra, mona, mona, mona...

emma b -

me temo, querido, que tendrá que sobornarla con algo más, aparte de las Canarian banabas, tal vez piña...
Por cierto, hay una canción de Laurie Anderson que pregunta: ¿Qué es más macho, pineapple o knife?

Toisaras -

La alfombra de bolitas es total, lo de Milena según lo cuentas da como penina, pero si ella y tú estais conformes...
Por cierto puedes decir a Milena, que me vendría bárbaro si me echara una mano en mi casa un par de días a la semana. A tí te es lo mismo y así quedamos arreglados, Milena, tú y yo.
P.D. En casa sólo entran plátanos de Canarias, comentaselo no vaya a ser...

Sentado -

...Y mientras plancha las servilletas, Milena piensa cúanto ha ganado ya en esa mañana y lo traduce en alimentos y en medicinas para su padres en Clejani, y de ese cálculo pasa al suguiente: ¿cúanto tiempo tendrá que seguir fuera de su pais para reunir el dinero suficiente para regresar desahogadamente?.
Con esto en la cabeza no es de estrañar que no mire ni de reojo el "a tu lado".
Ella juega en otra división.

emma b -

sí, finito, eso y algo de pudor, creo. Conste, que he tardado meses en comprenderlo.
un beso

sopadeajo -

"nunca tiende la ropa interior en el tendedero del patio de luces, prefiere el radiador de mi habitación para las bragas y sostenes."

A estas alturas , Emma, llevando ropa interior: bragas y sostenes...

Para qué???

Qué puede sostener un vulgar sostén, que no pueda sostenerse por sí mismo?

Deberías cotizar a la Seguridad Social, por el trabajo de Milena (siempre es una ayuda para el futuro (de ella)).
Creo que hay modos de hacerlo , en trabajo a tiempo parcial, y no excesivamente oneroso.

Finito de Aldeatejada -A la sazón novillero- -

Milena es una mujer prudente. Prefiere el radiador de tu habitación porque quizás, debido al catolicismo polaco, crea que la intimidad no debe airearse en un patio. Milena te aprecia y, por tal motivo utiliza el radiador.¡Cuida a Milena! -aunque ya sé que lo haces-