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Emma B. El diario de una chica de provincias

bambú

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Un puente, un punto, una ráfaga y una mueca. Eso es emma en japonés, o, bueno, eso me ha pintado una preciosa japonesita de ojos menudos, pelo esquelético y silueta renegrida.

El montaje de la Japan Week en el Palacio de Congresos es como “para peques”: escasa información, pinturas de colegiales, quimonos de sepu y lo del manga..., ni podían leerse las explicaciones de raquíticas. Eso sí, los calígrafos exhaustos de tanto “su nombre en...“; el chef repostero tenía parroquia perenne ante unos preciosistas pastelillos crisantemos multicolores que poco excitaban mi gula; y en la rama de bambú los paseantes habían colgado sus deseos escritos en papelinas de colores, una avanzadilla de la carta a los Reyes Magos en discretito —muy pocos papeles tenían más de un deseo—: “Que gane siempre el madriz. Un ordenador. Un perro y una muñeca. Que el Valencia gane la liga y la copa. Que se acabe el terrorismo. Que nos queramos siempre. Entendimiento entre las culturas. Tener hijos siempre sanos. Que apruebe las oposiciones. Friendship with jsp... Que gane el Valencia.” Qué poco romanticismo, por dios!

3 comentarios

Toisaras -

¿Dónde guardaba papá la cartilla?

THE END

emma -

lo que me cuenta, querido, me temo que no se con la tan traida ley de la dependencia; todo el mundo anda con prisas...

Toisaras -

No hace mucho tuve que atender en plena calle de Zamora a un hombre de edad provecta al que le dió un infarto. Mientras tanto la gente pasaba y miraba, pasaba y miraba, pasaba y miraba.
Los mismos que hacen cola para lograr el "preciado" programada de Ferias ó un típico pastelillo Japonés.
Salvó la vida, me enteré y fuí a visitarle al hospital, estaba solo, sus hijos ya no estaban a su alrededor, se habían ido cada cual a sus quehaceres. Me enteré que vive completamente solo en un pequeño piso de alquiler en el Barrio Garrido.
Pasea por Salamanca apoyado en un bastón que hizo el mismo, me regala siempre un caramelo del Caserío.
Tres hijos, tres. Y pasea solo.
Quiera Dios que al menos a mí todavía me regale caramelos de los que el no puede comer, tiene alta "la azúcar"