memorias
Llegaba decidida a todo, a abrazar las esquinas, a besar el asfalto, a encontrar hermosas las miradas, las sonrisas, los pasos, los maniquíes de las tiendas, las puertas rotas, los remiendos de las fachadas caducas y vencidas, olfateadas de perros, frotadas de gatos y ausentes de palomas. Había decidido dentro de sí la urgencia de agarrarse con las dos manos a todo lo que había huido desde tiempo remoto, pues todo para ella había consistido en llegar, cambiar, echar a andar, encariñarse e irse. Las cosas de los mortales todas pasan
Memoria de la melancolía. Mª Teresa de León.
2 comentarios
emma -
mi desdén, mi desdén..., y una que ya no tiene ni palabras.
Toisaras -
Apunte: " Paolo il Caldo " de Vitaliano Brancati, para despues de "Calle Feria"
Lloro tanto por su desdén, que no hago pié.