Las nubes no han dejado de pasar. Vienen sacuden su melancolía y se van. La lluvia chisporrotea sobre el tejado del palacio de Monterrey. El ciprés cimbrea ladino sus ramas. El viento revuelve los cabellos y me deja en blanco.
Las nubes no han dejado de pasar. Vienen sacuden su melancolía y se van. La lluvia chisporrotea sobre el tejado del palacio de Monterrey. El ciprés cimbrea ladino sus ramas. El viento revuelve los cabellos y me deja en blanco.
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