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Emma B. El diario de una chica de provincias

el mercado, los funcionarios y mi móvil


A las 11 el móvil empezó a sonar.

-Niña que me bajan el sueldo... -Me llora F. desde Orense-. Y aquí..., aquí que los paniaguados de B. no aparecen ni a fichar

-¿A todos?

-Sí, da igual que curres o te las pases resolviendo asuntos del bufete, preparando artículos para congresos o redactando el próximo libro a publicar. A todos nos sacuden por igual.

-¿Y las que se pintan las uñas? ¿Les llegará para el esmalte perlado?

-A todos, rica. -Será a ti, que las chicas de provincias llevamos las vacas flacas puestas todo el invierno.

A las 2,el móvil grita desesperado que la batería está por los suelos, y siguen las llamadas de lloriqueo. Y la bolsa tímida. ¡Dios! los nervios salen a chispitas, cuanto daría por uno de esos "portables" con melodía relajante, me hubiese aliviado la mañana y ahora estaría tan lozana como rosa, y no como una pasa. Vuelve otra vez el maldito ring estilo de antaño. Necesito uno de esos móviles japoneses con música de relax si quiero llegar a la noche.

2 comentarios

emma -

ya sabe, querido, recurrir a bajar los sueldos es lo facilón, pero a que ningo se atreve a meter mano a los chupatintas holgazanes? Feliz finde.

Carlos -

No sé como he llegado hasta aquí, pero te cuento que en el Ministerio pasa lo mismo: asesores que se preparan ponencias a Congresos en el trabajo, y no sólo eso cargan a los de pie para que les preparen datos o asuntos para ellas, gente que llega tarde, baja a desayunar, vuelve y lee el periódico, y vuelta a salir a desayuner hasta la una. ¿Y se lo van a reducir en la misma proporción que a los que sí trabajamos? ¿Y los políticos corruptos? No sigo que me cabreo más si cabe.