a vueltas con los vicios
Le Bistro. Edward Hopper
"Y entonces me puse a acariciar el cabello de una mujer desconocida como si fuéramos íntimas. La mujer se perdió bajo mi mano. Se consumía en aquel amor atado del que no quedaban más que dos hijos, el hedor del humo y una puerta descolgada. Y una mano desconocida en el pelo.
La mujer sollozaba, percibí cómo la bestia del su corazón saltaba de su vientre a mi mano. Correteaba de un lado a otro, como las caricias de mi mano, pero más deprisa."
La bestia del corazón. Herta Muller.
7 comentarios
emma -
Tal vez le aclare algo al/la anónimo, o se lo ponga más oscuro.
emma -
Anónimo -
Inma -
Toisaras -
emma -
Toisaras -
La puerta descolgada y el olor a humo, si lo son, pero dos hijos de ninguna de las maneras.