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Emma B. El diario de una chica de provincias

domingo, desayuno y palmas

Pocos domingos de ramos he pasado a veinticinco grados, sol a espuertas  y  un vientecillo cálido en la sien. Cuando era pequeña siempre llovía. Me calaba y terminaba con los calcetines de perlé chorreando, o tenía un frío de castañetear gracias al vestidito ideado para ilusiones de buen tiempo. Un fastidio. En las calles de mi pueblo chocabas con las palmas que terminaban enredadas en las verjas de las ventanas. Por aquí  se ven más ramitas de laurel que palmas, aunque esta mañana he visto unas cuantas, eso sí de tronío,  más bien grandecitas y con lazo, grandiosas, como de pudientes catedralicios.

 Con tanta criatura versada en túnicas de todos los colores sueltas por el centro,  he tenido que huir  -últimamente no soporto los curas y sus circunstancias-  y desayunar en la cafetería del Casino con la balconada sobre el Tormes enterita para mí.  El agua corre a zancadas bajo mis pies, su tintineo ahoga el redoble de los tambores piadosos.  Las hojas de los álamos han crecido, casi puedo tocarlas, su verde naciente se resiste a declinar. El café acelera los sentidos y la prensa me despierta. Titular:  Versace entre las ratas. La letra pequeña:  Los niños de “El Gallinero”  se llaman: Armani,  Napoleón, Aznar, Versace o Irlanda. Casi me caigo al río. Llamarle a un hijo o hija, no sé, Irlanda pase pero Aznar,  así…,  a secas; ¡fíjate!,  me inclinaría más  por Aznar – Gadafi de todos los Santos, suena como más de pila bautismal.  Las ratas del Tormes todavía duermen y las cámaras de fotos arriban por poniente.

  

4 comentarios

emma -

Mesalina camina por una calle Toro casi vacía -lunes de aguas- entre nubes y bajo las piedras.

Toisaras -

¿ Quo vadis ? Mesalina.

emma -

nefasta? psstt..., huy, huy!! a ver si realmente se convierte en moda, demasiado poco veo yo y mucha boda de altar.

curas aparte, yo estrené -cómo no-unos pendientes a lo Mesalina de infarto. ya sabe: en domingo de ramos el que no estrena se condena.

Toisaras -

Ayer estrené calcetines de rayas multicolores, talmente el payaso de Micolor. Cuando niño, nada mas llegar a Salamanca, en estos días de Semana Santa mi padre nos compraba a todos los hermanos un caramelo alargado que se llamaban "marcianos". Ya no existe, pero la confitería que estaba en la Plaza Mayor, se llamaba La Favorita, ahora creo que hay una agencia de viajes.
Ud. también se ha unido a lo anticlerical, otra moda nefasta.