dry martini
—Sabes, el dry martini también era la bebida favorita de Buñuel. Incluso tiene su propia receta. Dice que hay que poner en la nevera, de víspera, todo lo necesario : copas, ginebra, coctelera, vermut, etc. El hielo ha de estar a unos veinte grados bajo cero; todo un experto.
—¡Ya...!, muy de especialista, los veinte bajo cero —entona con sorna el hombre azul observando a trasluz la estilizada copa de champán.
—¡Ah, deliciosa! —susurra La mujer de blanco después de morder sin dientes la aceituna—. Primero, sobre el hielo bien duro echa unas gotas de Noilly Prat y media cucharadita de café, de angostura, lo agita bien y tira el líquido conservando únicamente el hielo que ha quedado, levemente perfumado por los dos ingredientes. Sobre ese hielo vierte la ginebra pura, agita y sirve. Insuperable, lo he probado.
—“Diablos, nunca debí cambiar el escocés por los martinis”, —masculla entre dientes el hombre azul mientras la contempla helado y confuso, después de beber el margarita de un trago. La mujer de blanco huele la copa con fruición tratando de encontrar los restos del Noilly, la angostura o el aroma oculto del hombre azul.
2 comentarios
marc -
Panurgo -
PD: Te contesté a tu dirección pero me devolvió el mensaje. Lo intentaré desde otra cuenta, por si te lo interpreta como spam...